1 Desde que ascendió a la presidencia de la República, Hugo Chávez no ha ocultado su obsesión por asistir económicamente a Cuba, por cuyo líder histórico, Fidel Castro, expresa un enfermizo amor paternal, que alguna vez los historiadores tendrán que investigar a fondo. Este amor hacia la isla antillana se ve materializada con el suministro de más de 100 mil barriles de petróleo, que de manera habilidosa y muy capitalista, Cuba procesa y hasta vende en el mercado spot. Según los diversos acuerdos suscritos entre ambas naciones, Cuba cancela gran parte del petróleo recibido con el envío de médicos y entrenadores deportivos, amén de otros funcionarios, como los actuales escoltas del Presidente, agentes del G2, enditados en el hotel Alba y otras condiciones de pago, que para muchos analistas nunca será canceladas, porque sencillamente se trata de un “negocio chimbo” e el que pierden los venezolanos, que ven esfumar los ingresos petroleros hacia otras naciones.
2 Aunque el arribo al país de grupos de “asesores cubanos” se inició en 2001, la primera oleada importante llegó en 2005, cuando 35.000 cubanos ingresaron por Maiquetía en plenas elecciones legislativas y justo para comenzar la campaña electoral para la reelección del Presidente de la República en 2006. A partir de entonces, el hotel residencial Anauco, en el conjunto residencial Parque Central, en Caracas, y anexo al entonces Hotel Hilton (ahora Alba Caracas), fue ocupado por un número importante de estos “asesores cubanos”. Otros funcionarios fueron alojados en gran parte de los hoteles caraqueños –el Crillón, en la avenida Libertador, en Caracas, dicen, es un “territorio habanero”– pagados desde luego por el gobierno nacional, mediante la llamada “partida secreta” de Miraflores, que para eso son secretas.
3 Para no pocos analistas, por donde se examinen, los convenios de Venezuela con Cuba son puras pérdidas para los venezolanos. Se alega que Cuba no dispone de nada para ofrecer “que no tengamos ya en nuestro país o que podamos lograr por nuestra cuenta”. Por eso, en este “intercambio” Cuba se ve extremadamente beneficiada por la entrada de petróleo y divisas en dólares salidas del Banco Central e Venezuela. Todas estas consideraciones han sido expresadas con el debido respeto a la población cubana, sobre todo a los habitantes de la isla subyugada bajo una dictadura de más de 50 años y que luchan a diario por su supervivencia, comprendan la situación de este “karma” ideológico.
4 De hecho, en diversos reportajes periodísticos se ha dicho que el presidente Chávez ha llegado a desconfiar de sus Fuerzas Armadas, al punto que ha establecido un vínculo más estrecho con la milicia cubana, cuya presencia en el país es harto conocida. Se habla de expertos en inteligencia del G2, encargados de controlar los anillos de seguridad presidencial y hasta de las comunicacions, a través de Cantv y Movilnet; así como también han penetrado sectores estratégicos dentro de la Fuerza Armada y del gobierno central, incluyendo la sala situacional de Miraflores. Y ya se tiene la primera denuncia oficial al respecto. El general ( r) Antonio Rivero informó que los cubanos tienen participación activa en actividades estratégicas de las FAN: planificación, capacitación y entrenamiento. Lo más sorprendente es que el presidente Chávez aceptó esta situación. En su Aló Presidente 356 dijo que sí había cubanos en las filas militares, pero sólo prestaban ayuda. Pero, por si acaso hay otro efectivo molesto por la intromisión de La Habana en el mundo castrense, Chávez ordenó un aumento del 40% a los militares.
5 Cuba y Venezuela han creado, además de una ofensiva agrícola, más de 30 empresas conjuntas y más de 300 proyectos con inversiones multimillonarias desde 1999. Entre estos proyectos y empresas se destacan la ampliación de la refinería de Cienfuegos, un ambicioso proyecto petrolero que busca convertir la vieja infraestructura de tecnología soviética en un estratégico centro de refinación del crudo pesado venezolano. Este proyecto podría tomar años y millones de dólares en inversiones. La deuda que Cuba mantiene con Venezuela por la venta petrolera supera los 2500 millones de dólares. Los aportes de Hugo Chávez superan el 20% de los ingresos totales de la isla. Buena parte del petróleo que Pdvsa está enviando a Cuba, es negociado a través de acuerdos con compañías europeas que funcionan en Centroamérica. El impacto de los suministros cubanos es tan decisivo que Fidel Castro se ha permitido desafiar a la Unión Europea, y ha expresado su optimismo a pesar de la situación económica actual de la isla.
6 Desde 2001 se ha visto marcada evidencia en la cubanización de la educación en Venezuela, ya que grupos de educadores expertos se han encargado de asesorar el equipo del Ministerio de Educación en la elaboración del nuevo currículum y evaluando la calidad del sistema educativo. Es que al parecer, los anteriores gobiernos ocultaron la grandeza del Che Gevara, y dejaron de lado la experiencia educativa de Fidel Castro.
7 El jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cubana, Ramón Rodríguez, está a cargo del entrenamiento que en junio recibirán los efectivos venezolanos, a través de varios contingentes en forma rotativa. El objetivo de este entrenamiento es cumplir con lo establecido en la Ley de Policía Nacional, la cual ordena crear cuerpos policiales comunitarios con el objetivo de “promover estrategias y procedimientos policiales en las comunidades”. El ex agente de la inteligencia cubana, Juan Reyes Alfonso, asegura que una gran dosis de ese entrenamiento será formación política e ideológica.
8 Desde que el Presidente le permitió a los funcionarios cubanos que manejaran la información que se encuentra en la Onidex, se inició una brecha en la seguridad nacional. Pareciera que estos nuevos funcionarios trabajan de forma secreta, sin identidad reconocible. No sólo en la Onidex, sino también en los registros mercantiles y civiles, además de su presencia activa en el Seniat. Nadie sabe nada de ellos y ellos parecen saber todo de nosotros. La Habana ofreció apoyo tecnológico de asesoría y experiencia para el diseño de la Sigepol. La experiencia y el conocimiento policial de Cuba está catalogado por diversos organismos internacionales como “los más eficientes del continente” según el ministro El Aissami. Esta “asesoría” en el sistema policial evitará el otorgamiento indiscriminado de credenciales a funcionarios sin formación policial, gracias a los conocimientos de inteligencia que brindará estos expertos cubanos.
9 La idea de Castro es crear la unión política y administrativa de varios países de América Latina que se han rendido a sus ideas, la llamada, revolución y la integración Venezolana Bolivariana presidida por el Comandante Chávez. El objetivo de este bloque es crear un conjunto de países marxistas integrados, que progresivamente vayan funcionando como un solo país, hasta su instauración como tal, en el seno del cual sobreviva o perdure la dictadura castrista mucho más allá de la muerte del tirano. Esta “integración” desvela toda una situación concluyente si la revolución de Castro se desmorona inmediatamente tras su muerte, caerá irremediablemente sobre él la sentencia de la historia de que todo su proyecto revolucionario se debió única y exclusivamente a su imposición.
10 Ahora, para corroborar esta larga historia de sumisión a una potencia extranjera y de humillación a los venezolanos, el presidente Hugo Chávez anuncia la designación del comandante cubano Ramiro Valdés, como “asesor” en materia de energía eléctrica en Venezuela, lo que convierte a este reconocido represor, en superministro nacional, por encima del titular Alí Rodríguez. Valdés es calificado por miembros de la oposición anticastrista como el Beria cubano. Laurenti Beria fue el jefe de los servicios de seguridad del dictador soviético José Stalin. Valdés fue ministro del Interior entre 1961 y 1968 y posteriormente entre 1979 y 1985, y se le considera el diseñador de todos los aparatos represivos cubanos. Es el fundador del temible G-2, Dirección de Seguridad del Estado. Para conocer mejor a Ramiro Valdés hay que remontarse al período de 1961 a 1968, cuando una cifra no precisada, podría alcanzar los 10 mil cubanos, quienes fueron ejecutados en paredones de fusilamiento o fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales, una vez condenados a prisión. Al frente de esta acción revolucionaria estaba Ramiro Valdés.