Una
torre de alta tensión en mitad de un bello paisaje produce en las almas
sensibles una descarga en la espina dorsal proporcional al voltaje
transportado por sus cables. Pero esas torres llevan electricidad a los
vecinos de los remotos parajes de Islandia, que probablemente sopesen más importante tener luz en sus casas que la hipersensibilidad de los visitantes.
Para armonizar los intereses de unos y otros el estudio de arquitectos estadounidense Choi + Shine creó el proyecto Tierra de Gigantes, que planeaba erigir docenas de gigantescas torres antropomórficas, de 50 metros de altura y
cada una con una “postura” específica en función del paraje particular,
convirtiéndose en una suerte de gigantescas esculturas en mitad de la
agreste naturaleza islandesa.
El proyecto no fue seleccionado por Landsnet, la empresa encargada de gestionar la red eléctrica de Islandia, pero acaba de ser galardonada por la influyente Sociedad de Arquitectos de Boston, que otorgó un premio al mejor proyecto sin ejecutar al proyecto Tierra de Gigantes.
Las torres de Choi + Shine estarían construidas en metal, cristal y cemento y, a pesar de la aparatosidad de la instalación, el
costo sería relativamente bajo, gracias a que el diseño exige tan sólo
pequeñas alteraciones en las torres de alta tensión estándares.
Así, los personajes pueden caminar, arrodillarse, o emparejarse con
sólo realizar leves modificaciones en la estructura metálica de las
torres.
La “Tierra de Gigantes
Puede que los gigantes no se instalen finalmente en Islandia pero parece más que probable que la idea acabe recuperándose para trazar líneas de alta tensión en cualquier otro paraje natural del mundo planeta.