Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoque" y aprende la lección.
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa" y se la hecha a otros.
Un ganador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente una víctima ante la adversidad.
Un ganador sabe que el resultado de las cosas depende de él.
Un perdedor cree que la mala suerte sí existe.
Un ganador trabaja muy fuerte y se genera mas tiempo para sí mismo.
Un perdedor esta siempre "muy ocupado" y no tiene tiempo ni para los suyos.
Un ganador enfrenta los retos uno a uno.
Un perdedor le da vueltas y no se atreve a intentarlo.
Un ganador se compromete, da su palabra y la cumple.
Un perdedor hace promesas, no asegura nada y cuando falla solo se justifica.
Un ganador dice: "Yo soy bueno, pero voy a ser mejor".
Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente".
Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor solo espera hasta que le toque su turno para hablar.
Un ganador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiste con aquellos que saben mas que él y solo se fija en sus defectos.
Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo solamente.
Un perdedor no se compromete y siempre dice, "Yo sólo hago mi trabajo"
Un ganador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."
Un perdedor dice, "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho".
Un ganador es parte de la solución.
Un perdedor es parte del problema.
Un ganador se fija en "cómo se ve la pared en su totalidad".
Un perdedor se fija "en el ladrillo que le toca colocar".
miércoles, 4 de marzo de 2009
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